La vulvodiana es una de las enfermedades más comunes que afectan nuestra salud sexual. Muchas veces por vergüenza o temor, no buscamos información ni consultamos con un especialista. No obstante, es necesario dejar esto atrás para llevar un tratamiento eficaz. En este artículo te informamos sobre los aspectos más claves de esta patología.
¿Qué es la vulvodinia?
La vulvodinia es una afección vaginal que causa un dolor en sus genitales de las mujeres. Específicamente, en la parte exterior de la vagina: la vulva. Los síntomas pueden ser ardor, dolor intenso o irritación. Esto puede desaparecer con los días, pero suele durar mínimamente tres meses, aunque puede intensificarse y mantenerse durante más tiempo, incluso años.
Se puede ser más específico, dependiendo del área del dolor:
- La vulvodinia generalizada se da en toda la vulva.
- La vulvodinia localizada es en un solo lugar.
- La vestibulitis vulvar es un síndrome causado por la presión de la zona vestibular
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¿Cuáles son sus síntomas?
Uno de sus principales síntomas es el dolor en la vulva, que puede ser constante o solo aparecer en cientos momentos. También solo en ciertas zonas o en toda la vulva. Además, el tejido de la vulva puede estar hinchado y en la mayoría de los casos la vulva parece normal, sin presentar alguna anomalía. Suele suceder a los adolescentes o adultos, durante el coito, durante su primera vez o después del sexo o realizarlo después de años.
Los principales síntomas son los siguientes:
- Alguna inflamación o escozor
- Sensación pulsátil o eléctrica
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Dolor en los genitales
- La piel se agrieta y genera ardor al orinar
- Irritación de la vulva sin alguna infección
Estos síntomas también se pueden dividir en dos tipos: la localizada y la generalizada.
- Vulvodinia localizada: Este dolor se localiza en la vulva, generalmente en el vestíbulo. Suceda cuando hay una presión, si mantienes las relaciones sexuales, cuando empleas un tampón o te siente durante mucho tiempo.
- Vulvodinia generalizada: Este dolor se da en otras zonas de la vulva y suele ser muy constante, pero con algunos periodos ligeros. Sucede cuando hay presión en la zona, si estas sentadas durante un largo tiempo o empleas pantalones muy ajustados.
Diagnóstico de la vulvodinia
Antes de realizar el diagnóstico, se buscan los antecedentes, es decir, el historial clínico, y se realizarán algunas preguntas para comprender mejor los síntomas.
También, es recomendable practicase los exámenes siguientes:
- Examen pélvico: Durante esta prueba, el médico ejecuta una inspección a los genitales para observar algún rastro de infecciones. También se extrae muestras de celular para determinar alguna infección, como la candidiasis o la vaginosis.
- Prueba de hisopo: Durante esta prueba se emplea un hisopo humedecido y se revisa el área en donde la paciente siente dolor en la zona vulvar.
Tratamiento de la vulvodinia
Los tratamientos que se emplean tienen como objetivo reducir el dolor y los síntomas. En muchos casos un solo tratamiento no es efectivo y suelen combinarlos. Pero, para escoger el más adecuado, suelen tomar tiempo al igual que los resultados.
Las opciones más comunes son las siguientes:
- El empleo de medicamentos: Los más comunes son los esteroides, los antidepresivos cíclicos que pueden combatir con el dolor. Los antihistamínicos pueden reducir la picazón.
- El uso de anestésicos: Los anestésicos locales, como el ungüento de lidocaína, pueden disminuir los síntomas temporalmente. Se recomienda su consumo antes de las relaciones sexuales, aproximadamente media hora. Cuando emplees este ungüento, tu pareja puede tener entumecimiento después del coito.
- Terapia de biorretroalimentación: Esta terapia favorece en la reducción de los síntomas, como la relajación de los músculos pélvicos y el control del cuerpo cuando responde a los síntomas.
La vulvodinia afecta la vida cotidiana de la mujer. Por ello, es recomendable atenderla a tiempo y consultar con un especialista para un tratamiento particular. ¡Buena suerte!