A lo largo de nuestra vida pasamos por diferentes sucesos que nos hacen preguntarnos si somos tan perfectos como todos piensan o si somos expertos en un tema. No consideramos que tengamos tantos logros o simplemente desmerecemos nuestros esfuerzos, porque lo atribuimos a la suerte. A esto se le conoce como el síndrome del impostor.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que nos hace sentir inferiores a la altura de las circunstancias o sentirnos incapaces de aceptar nuestros logros obtenidos a través de nuestro esfuerzo. A menudo nos hace sentir que estamos engañando a las personas de nuestro alrededor, para que crean que somos buenos y nos sentimos como un fraude. Aunque este síndrome no es un trastorno psicológico, una gran parte de la población lo padece, especialmente las mujeres.
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¿Cuáles son las causas de este síndrome?
Este síndrome posee diferentes niveles de síntomas y pueden aparecer cuando hay cambios en nuestra vida. Por ello, debemos detectarlo a tiempo y trabajar en ello. Generalmente, las personas que lo padecen suelen ser inseguras y algunos de los factores que influyen son los siguientes:
- Ser personas muy exigentes con nosotras mismas.
- Tener una percepción errónea de lo que es el fracaso, el éxito o la competencia.
- Los estereotipos del género también influyen en este síndrome.
- Haber vivido en una familia que eran muy exigentes o realizaban comparaciones.
Tipos de síndrome del impostor
Este síndrome afecta a todas las personas, sin considerar su estatus social o género. Además, las personas que lo padecen experimentan mayores niveles de estrés o insatisfacción. Por ello, para comprenderlo mejor debemos conocer los diferentes tipos de este síndrome, que son los siguientes:
1.- El perfeccionista: La perfección es algo imposible y buscarlo constantemente nos puede generar estrés, ansiedad, la insatisfacción o la obsesión. Debemos tener en cuenta que no siempre se está satisfecho del trabajo y si vivo insatisfechos toda la vida no podemos convertir en un impostor.
2.- El experto: Ser consciente que nos falta conocimiento en un tema nos impulsa a aprender, pero debemos ser realistas, nunca vamos a saber todo y aunque podamos ser expertos en un tema, aún vamos a sentir que nos falta conocimiento.
Por ello, es recomendable practicar la humildad intelectual. Existen personas que se sienten impostoras a pesar de tener amplios conocimientos y un buen dominio de su área. Se puede considerar que un impostor experto es la persona que busca seguir formándose y que duda en sus conocimientos por el miedo al fracaso.
3.- Los superhéroes: Este es uno de los tipos más comunes y se refiere a que la persona necesita hacer más que los demás, para demostrar su valía y competencia. Por ejemplo, un trabajador que realiza horas extras más que los demás en su trabajo o un tutor que necesita encargarse de todas las tareas del hogar para sentirse útil.
4.- El genio frustrado: Hay personas que son unos genios en su área, son excepcionales, pero desean dominar otras áreas o todas. Sin embargo, esta idea de no ser competente les inquieta, y sus pensamientos pueden hacerles sentir que no son buenos en nada. Por ejemplo, un pintor se siente frustrado porque no puede redactar correctamente otro idioma o un cocinero que lamente no saber nada de economía.
5.- El solitario: Existen personas orgullosas que no pide ayuda a los demás, porque su orgullo pesa miles de toneladas, en cambio a otras les pesa el síndrome del impostor. Hay muchas personas que prefieren no preguntar sus dudas a los demás, suelen trabajar en solitario y muestran mejor rendimiento en su aislamiento. Aunque su razón no es el orgullo, sino el temor que se descubra que nos tan brillante como lo consideran.
El síndrome de impostor puede ser un sentimiento complicado y problemático que nos hace sentir aislados de los demás. Afecta nuestra percepción de vida en nuestros logros y está relacionado con nuestra inseguridad. Por ello, si consideras que los padeces, es fundamental buscar ayuda profesional par superarlo.
