Síndrome del bebé sacudido: ¿Cuáles son sus síntomas?

Síndrome del bebé sacudido: ¿Cuáles son sus síntomas?

EL BEBÉ

Cuando somos padres primerizos, el llanto del bebé nos puede desesperar, especialmente si no se calma y hemos intentado de todo, cambiarle el pañal, alimentarlos, etc. Esto puede incrementar nuestra frustración y en busca de terminar su llanto, comenzamos a zarandearlo o sacudirlo. Si empleamos demasiada fuerza podemos ocasionar el síndrome del bebé sacudido.

¿En qué consiste este síndrome del bebé sacudido?

El síndrome del bebé sacudido o SBS, es denomina así porque integra al conjunto de síntomas que presenta un bebé que ha sido sacudido. Generalmente, es realizado por un adulto, sin que exista un traumatismo externo y los síntomas son causados por una lesión intracraneal.

Esta lesión cerebral puede ser muy severa, causando daños graves o incluso llegando a ocasionar la muerte del menor. Es muy común que aparezca en infantes menores de tres años.

Las lesiones que generaría pueden variar. Las más generales son la hemorragia retinal, encefalopatía, daño axonal difuso y hematoma subdural, también está la hidrocefalia. Después de una lesión, el bebé puede presentar ataques de epilepsia, letargia, hipotonía o la disminución del tono muscular u otras secuelas a largo plazo.

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¿Cuáles son sus secuelas de este síndrome del bebé sacudido?

Sacudir al bebé ocasiona graves secuelas que empeoran aún más cuando es sacudido en una superficie. Algunas de sus secuelas son:

  • Daños cerebrales.
  • Perdida parcial o total de la audición.
  • Trastorno en su lenguaje y aprendizaje.
  • Una discapacidad intelectual de gravedad.
  • Parálisis del cerebro.
  • Infecciones causantes de una inflamación en el cerebro.
  • Daños en el cuello y su espina dorsal.

¿Cómo se produce el síndrome del bebé sacudido?

El motivo más común de la sacudida es cuando el bebé llora y un adulto trata de calmarlo a base de violencia y desesperación. Generalmente, no es planificado y es involuntario, aunque en otros casos puede ser intencional. Sin embargo, puede producirse por accidentes de coche en donde el bebé puede tener un latigazo cervical u otros síntomas del zarandeo, aunque estos casos son detectables. Por ello, no debes asumir que la causa es por maltrato infantil.

Cuando se produce una sacudida, la masa encefálica del bebé se mueve dentro del cerebro y lo impacta contantemente, esto daña los nervios cervicales porque el cuello del menor no puede soportar la celebración, aún no es lo suficientemente fuerte. Asimismo, se considera que los síntomas suceden por la hipoxia o la disminución del oxígeno que llega al cerebro durante la sacudida causada por alteraciones respiratorias y conmociones en el tronco encefálico.

¿Cómo se realiza el tratamiento para el SBS?

Cuando el menor llega a un hospital con los síntomas del SBS se toman medidas de urgencia, como el soporte respiratorio y una operación para detener la hemorragia interna y la del cerebro. Se emplean resonancias magnéticas o tomografías para determinar el cerebro del menor y así darle un diagnóstico. Los bebés que sobreviven este suceso tienen enfermedades relacionadas con la discapacidad neuronal o mental y estos aparece hasta después de los seis años.

La mayoría puede tener un cuidado especial en toda su vida y no ser autosuficientes. Para evitarlo no lances a tus bebés al aire ni sacudirlos y evita que otros lo hagan. Los tratamientos que se le aplican pueden reducir algunos síntomas y es probable que se recupere, aunque en la mayoría de los casos no es así.

Si embargo, una rápida intervención puede salvarle su vida y disminuir las secuelas futuras. Se debe drenar la sangre de las hemorragias internas y el líquido cefalorraquídeo para evitar la hidrocefalia, también debe disminuirse la presión intracraneal.

El síndrome del bebe sacudido puede ser mucho más común de lo que se menciona, debido a que los padres desconocen las consecuencias o lo consideran algo exagerado. Por ello, debemos prevenirlo antes de lamentarnos. Evita sacudir a tu bebé o zarandearlo, trata de calmarte para evitar la desesperación. 

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