La piel grasa es una enfermedad cutánea causada por una sobreproducción de sebo de las glándulas sebáceas. Esto causa que nuestra piel tenga se vea más luminosa y húmeda. Suele iniciar durante la pubertad, debido a los cambios hormonales, pero puede perdurar hasta la adultez.
¿Cuáles son sus características de la piel grasa?
La piel grasa de la misma forma que la piel seca ocasiona afecciones en la piel. Sin embargo, posee características diferentes, las más comunes son la siguientes:
- Es brillante durante el día.
- La piel tiene poros más grandes y visibles.
- En las áreas más grasosas del cuerpo, tienden a aparecer los puntos negros u otras imperfecciones.
- Son más propensos a tener acné en otras zonas del cuerpo, como la espalda o el pecho.
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Tipos de piel grasa
Existen 3 tipos de piel grasa que son las siguientes:
1.- Piel grasa normal: Se caracteriza por tener más sebo que agua en la piel. Aumenta la secreción de grasa, haciendo que el rostro sea más brilloso y grueso, con los poros dilatados, lo que se conoce como querosis. Es frecuente en mujeres de 15 a 20 años y se adhiere el aumento de la secreción sudoral.
Este tipo de piel posee más defensas contra el envejecimiento y el sol. Además, posees mayor tolerancia hacia los jabones y los cambios de temperatura.
2.- Piel grasa deshidratada: En esta piel hay una disminución de los lípidos hidrófilos, haciendo que el sebo tenga una alteración, causando la deshidratación. El sebo aumenta y hay una deficiencia en la película hidrofílica. Haciendo que la piel sea intolerante a los jabones, tenga descamaciones y le afecten los cambios estacionarios.
3.- Piel grasa ocluida: Se crean los comedones, que son los puntos negros causados por la oclusión. Se incrementa la secreción del sebo y la piel tiende a deshidratarse. También se vuelve más sensible a los jabones o al sol.
¿Cómo prevenir la piel grasa?
Las pieles grasas suelen estar relacionadas con la genética y los cambios hormonales. Por ello, una limpieza correcta de la piel es muy importante para prevenirlo. También ten en cuenta los productos que utilizas, porque estos deben ser adecuados para tu piel. De preferencia que no tengan aceite y están hechos a base de agua.
Otro factor que influye es la alimentación, si tu dieta se centra en azúcares, harinas y grasa, lo más probable es que el problema se incremente. Una alimentación saludable reducirá el exceso de grasa en la piel y te mantendrá hidratado.
¿Cómo cuidar la piel grasa?
Los pasos para cuidar la piel grasa son las siguientes:
1.- Realiza la limpieza: Es muy importante realizar una limpieza del rostro de forma continua para disminuir la grasa, para ello considera las siguientes indicaciones:
- Usa jabones neutros de preferencia y agua templada.
- Al lavar tu rostro no utilices esponjas ásperas, ya que solo incrementan la aparición de más grasa.
- No utilices productos que contengan químicos, a excepción que sean recetados por un doctor. Porque podrían causar irritaciones u otras afecciones en tu piel.
- Emplea limpiadores adecuados para tu piel.
2.- El empleo de un astringentes: Al elegir un astringente evita que contenga alcohol, porque causan resequedad en la piel. Emplea de referencia los naturales, algunos contienen ingredientes que ayudan a la piel. El hamamelis es un astringente que beneficia a la piel, porque contiene taninos, lo que lo convierte en un antiinflamatorio.
3.- El secado de la cara: Al secar tu rostro hazlo a través de palmadas suaves para no irritar el rostro. Un rostro irritado es más propenso a tener acné. De preferencia usa una talla exclusiva para tu cara, así evitarás la propagación de bacterias.
4.- El empleo de los humectantes: Al comprar humectantes, busca uno adecuada para la piel grasa. Los que contiene aloe vera podría ser muy eficientes contra el acné y la piel grasosa, por ello que el producto contenga al menos un 10% de aloe vera.
Es importante tener una adecuada limpieza para nuestra piel grasa, así evitaremos la aparición de los puntos negros y el acné. Pero antes consulta con un dermatólogo, ya que algunos productos podrían irritar tu piel o estimular la aparición del sebo.
