La responsabilidad es un rasgo de nuestra personalidad que se nos inculca desde que nacemos hasta que dejamos el seno familiar. Influye mucho la crianza que nos dan nuestros padres, si fueron las más acertadas o tuvieron equivocaciones y nos sobreprotegieron. Esto lo observamos cuando se llega a la adultez, una etapa en donde nos independizamos.
¿Qué es la responsabilidad? ¿Es innata?
La responsabilidad es el cumplimiento de nuestras obligaciones, analizando las situaciones y viendo las posibles consecuencias que podría generar nuestros actos. También es cuidarnos nosotros mismos y a otros, cuando nos brindan su confianza. La responsabilidad no es innata, se va construyendo a lo largo de nuestra vida. Esto depende de nuestros padres, quienes nos inculcan los valores, responsabilidades y la moral.
Todo ello para ser personas independientes de nuestra propia vida, si no está bien desarrollado, no seremos responsables y siempre buscaremos excusas y personas a las cuales culpar de nuestra situación. Es decir, seremos personas inmaduras. La adultez es una etapa en donde se observa esta responsabilidad, cuando tenemos que ser independientes de nuestra vida y depende de nosotros nuestro futuro.
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¿Cómo son las personas responsables?
La responsabilidad engloba diferentes aspectos, tener autodisciplina, ser organizado y saber controlar nuestros impulsos. También está relacionado a lograr nuestras metas, a corto o largo plazo, seguir las normas o reglas y establecer nuestras principales prioridades. Si las personas tienen una puntuación alta en la responsabilidad, suelen ser confiables o puntuales, si los puntos son muy altos pueden llegar a la psicopatología.
En donde, buscan la perfección o se obsesionan. En cambio, si la puntuación es baja, suelen ser personas más relajadas, se preocupan menos de su responsabilidad y son más impulsivas. También necesitan una gratificación inmediata y una recompensa por sus actos. Algunas de las facetas que poseen las personas responsables son las siguientes:
1.- Ser una persona competente: Es una persona eficaz, cumple sus obligaciones y sus metas planteados.
2.- Debemos mantener un orden: Es la capacidad que tenemos de organizarnos, en el espacio que trabajamos o realizamos cualquier otra actividad. También la organización de nuestro horario, etc.
3.- El sentido del deber: Es la importancia que le da la persona a sus obligaciones y responsabilidades, de diversos aspectos, como las morales, éticas, profesionales, laborales, entre otros.
4.- El éxito personal : Es el deseo que tenemos para lograr nuestras metas y sueños.
5.- Debemos ser muy autodisciplinados: Es nuestra capacidad de comenzar una tarea, desde el inicio hasta el final, sin abandonarlo hasta la mitad del trabajo. También es aceptar la responsabilidad del trabajo, sus consecuencias o todo lo que pueda conllevar hacerlo.
¿Cómo gestionar la responsabilidad?
Todas las personas tenemos una gran capacidad de adaptación ante diferentes situaciones, por ello volverse una persona más responsable puede ser complicado, pero no imposible. Pero, para eso debemos aceptar la responsabilidad de nuestros actos y no buscar culpables. Desde niño se nos inculca que tomo responsabilidades de nuestras acciones, si rompemos un vaso, no hacemos las tareas, etc.
Cuando vamos creciendo tenemos más experiencias y responsabilidades, nuestro ambiente cambia y somos capaces de elegir. Es muy común que la irresponsabilidad suele estar relacionado con la inmadurez. La responsabilidad está relacionado con la libertad de elección, porque cada uno es libre de elegir lo que desea. También involucra la insatisfacción si me arrepiento de lo que elegí, puesto que ocasionó consecuencias desagradables.
Aunque el medio suele influir en nuestras decisiones, la responsabilidad está relacionado con nuestra capacidad de discernir lo bueno y malo. Por ello, no podemos seguir viviendo como niños que esperando que nuestros padres se hagan responsables y elijan por nosotros. Esto limita nuestra responsabilidad y libertad.
Tenemos que ser conscientes que todas las decisiones que tomemos influyen en nuestro camino y las consecuencias que puedan ocasionar, son nuestra responsabilidad. Es fundamental nuestro compromiso con nuestra vida, nuestras metas, deseos, etc. Ser responsable implica cambio en nuestra vida, aceptar nuestras fortalezas y debilidades, y seguir hacia adelante. No está relacionado con la culpa, más bien con nuestro crecimiento personal y la autoaceptación.