En los últimos años han aumentado la cantidad de personas que consumen su placenta, mediante cápsulas, de forma cruda, cocida o en batidos. Debido a que consideran que proporciona diversos beneficios para la salud, como la disminución de padecer depresión posparto, entre otros. Pero esta teoría no tiene un sustento científico y puede ser perjudicial.
¿Qué es la placenta?
La placenta es un órgano que se crea exclusivamente para el embarazo y se encarga de la alimentación del feto. Posee un forma de disco que se adhiere al útero y crece a la misma vez que el feto. Se encarga de lo siguiente:
- Trasladar el oxígeno y los nutrientes desde el cuerpo de la madre hacia el feto, además se encarga de la eliminación de los desechos.
- Se encarga de la producción de las hormonas que estimulan el desarrollo del feto.
- Acepta el transporte de anticuerpos a través del torrente sanguíneo. Que se encargan de proteger al feto de las infecciones, durante todo el embarazo y hasta que su sistema inmunológico este protegido.
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Mitos falsos sobre el consumo de la placenta
A continuación, te mencionamos lo mitos más comunes:
1.- Evita la depresión posparto: La Universidad de Nevada desvaloro la teoría de que mejora el estado de ánimo o regula las hormonas, después de consumirlo.
2.- Posee altos niveles de hierro: Después del parto, las madres necesitan hierro, pero la placenta no es una opción. Journal of Midwifery Women´s Health realizo un estudio con 23 mujeres, en donde administro a la mitad del grupo píldoras de placenta y al otro cápsulas a modo placebo que contenían carne deshidratada, durante tres semanas.
Los resultados no demostraron grandes diferencias entre los grupos, así como las cápsulas de placenta no aumentaron los niveles de hierro. Por ello, recomiendan acudir a un médico para que les recete un suplemento adecuado.
¿Es recomendable comer la placenta del recién nacido?
No, pueden ser perjudiciales tanto para ti como a tu bebé. La placenta es un órgano que nutre al feto con nutrientes y filtra los desechos a través de cordón umbilical. Cuando se realiza su preparación, no se eliminan por completos las bacterias y virus que contiene.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades se encuentran en contra de su consumo, debido a un caso en donde un bebé de Oregón (Estados Unidos), tuvo una infección por estreptococos del grupo B luego de que la madre consumiera las píldoras con el patógeno y amamantara al bebé. El estreptococo del grupo B puede causar enfermedades al recién nacido.
La falta de conocimiento en el tema de doctores y padres conlleva a su consumo. También la escasa cantidad de investigaciones y su regulación en el almacenamiento y preparación.
¿Qué consecuencia podría causar el consumo de la placenta?
El consumo de la placenta podría traer consecuencias a la madre y al hijo. Algunas de ellas son las siguientes:
- Puede estar contaminado: La placenta se encarga de proteger al feto de las enfermedades o infecciones, por ende, en ella se adhieren bacterias o virus. También, durante el parto se segregan muchos fluidos corporales que pueden contaminarlo. Incluso algunas mujeres defecan durante el parto.
- No se refrigeración al instante: Luego del parto pueden pasar muchas horas antes que la placenta se refrigere, por ello sería poco saludable. Ya que tiene una mayor privacidad de la proliferación las bacterias.
- Puede incluir enfermedades: Si has tenido alguna infección durante el embarazo, es probable que las bacterias se encuentren adheridas en la placenta. Por ello, al consumirlo puedes contagiar a tu bebé o a algunos familiares, si lo compartes.
Según estudios realizados en los últimos años, se demostró que la placenta no genera beneficios en el estado de ánimo o en el aumento de hierro, más bien puede causar enfermedades al bebé, ya que la placenta puede contener virus y bacterias. Lo más adecuado es tener una alimentación balanceada rica en proteínas y vitaminas que nos fortalecerán a nosotras y a nuestros hijos.
