Las emociones negativas: ¿Qué son? ¿Cómo nos afectan? ¿Aprende a gestionarlos?

Las emociones negativas: ¿Qué son? ¿Cómo nos afectan? ¿Aprende a gestionarlos?

PSICOLOGÍA

Nuestra vida cotidiana suele estar repleta de trabajos, tareas, responsabilidades, entre otras obligaciones. Esto nos genera mucho estrés, cansancio y la acumulación de nuestras emociones negativas y positivas. Si no sabemos gestionar y encontrar un balance en nuestras vidas, las emociones negativas van a incrementarse, afectando nuestra vida cotidiana y la salud mental.

¿Qué son las emociones negativas?

Las emociones son parte de nuestra vida, algunas son positivas y otras negativas. Las emociones positivas nos generan felicidad, calma y tranquilidad, mientras que las emociones negativas nos causan desesperación, miedo, ansiedad y pueden ser muy dolorosas. Si las emociones negativas son constantes, pueden afectar a nuestro desarrollo rutinario.

Siempre sentimos todo tipo de emociones y no podemos evitarlo, en ocasiones las emociones se acumulan al punto de explotar y no las podemos controlar, por ello debemos aprender a manejarlos y gestionarlos para evitar que nos afecten.

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¿Cómo nos afectan las emociones negativas?

Las emociones negativas suelen causar molestias e incomodidades psicológicas. Las emociones más comunes son el temor, pánico, ira, enojo, tristeza, ansiedad, entre otros. Estas emociones suelen estar acompañadas de reacciones de defensa de nuestro cuerpo que se generan ante el estrés o el pánico.

En estas situaciones nuestro organismo secreta más hormonas que incrementan nuestro estado de alarma, si es constante afecta nuestro sistema nervioso y puede volverse crónico. También ocasionaría desórdenes emocionales.

¿Cómo gestionamos las emociones negativas?

Cada persona maneja de forma diferente la expresión de sus emociones. Dependiendo a lo que expresemos, las personas de nuestro entorno actuarán de diferente forma. Si nuestro rostro refleja tristeza probablemente traten de consolarnos, en cambio sí estamos enojamos pueden rechazarnos. Otra si situación es cuando tenemos asco y podrían evitarnos, aunque las emociones varía en cada situación.

Por ejemplo, si está dirigida a otra persona o es una reacción del cuerpo ante un alimento o producto dañino. No todos tenemos un control adecuado de nuestras emociones, pero antes de manejarlos debemos reconocer cuáles son y buscar información, para reducir su intensidad y prolongar nuestra salud. A continuación, te mencionamos como se gestionan:

1.- Identificar nuestras emociones: Es importante reconocer e identificar las emociones y los sentimientos que expresamos. Para ello, debemos prestar atención a nuestro cuerpo y escucharlo.

  • Ser conscientes de las emociones: Si tenemos una emocione negativas, debemos aceptarlo y mencionarlo, ponerle un nombre. Por ejemplo:

a) ¡Carlos me incomoda, estoy tan molesto!

b) Cada vez que me equivoco, me siento muy culpable.

  • No reprimir nuestras emociones: A veces es difícil contarle nuestras emociones a los demás. Pero, no debemos reprimirlo y guardarlo dentro de nosotros, es fundamental expresarlo.
  • Descubre las emociones que posees: Cuando tienes una emoción negativa, piensa cuáles fueron los posibles detonantes de esa emoción, que sucedió, quienes estuvieron involucrados, etc. Por ejemplo:

a) Cuando el profesor felicita a Camila me incomoda porque ella desea llevarse el crédito del trabajo, aun cuando no participó en el proyecto.

  • Acepta tus emociones: Trata de no juzgarte al tener estas emociones negativas, es muy normal sentirte de esa manera. Aceptar tus sentimientos te ayudará a combatirlos, por ello no te culpes demasiado.

2.- Empieza a tomar medidas: Una vez que aceptaste lo que sientes, puedes decidir si expresarlo o no. En ocasiones aceptarlo no ayuda mucho, pero en otras ocasiones no es suficiente.

a) Analizar y pensar: Expresarlo puede ser complicado, por ello reflexiona sobre cuál es la mejor opción para contarle a alguien cercano o manifestarlo.

b) Aprender a controlar: Es importante aprender a cambiar nuestras emociones, de lo contrario puedes sentirte peor.

c) Promover las emociones positivas: Las emociones positivas nos generan paz y tranquilidad. Por ello, debemos atender a las cosas buenas de nuestras vidas y no despreciarlas o minimizarlas.

3.- Buscar ayuda: En muchas ocasiones, no podemos combatir estas emociones negativas, aun cuando aplicamos diversas estrategias. Si observas que te encierras en la tristeza, el dolor, el enojo, entre otras emociones negativas. Es fundamental buscar ayuda, de amigos, familiares u otras personas de confianza.

Los psicólogos también son una opción, ya que se encuentran preparados para ayudarte en la situación que te encuentres. Ellos te brindan consejos y terapias que te ayudan a mejorar .

Todas las personas en distintos momentos de muestras vidas tenemos emociones positivas y negativas. Si dejamos que afecten a nuestra vida pueden ocasionar daños irreparables dentro de nosotros. Por ello, debemos aprender a gestionarlos y aceptarlos para llevar una vida más saludable. Si sientes que tus emociones son incontrolables o te afectan mucho, busca ayuda profesional o de personas cercanas.

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