Ser una persona rencorosa nos genera un sentimiento negativo que experimentamos continuamente, al recibir opiniones o críticas que consideramos no agradables. Estas opiniones que nos han herido y deseamos vengarnos de la otra persona. Las emociones nos impiden verlo de otro modo y mantenemos el resentimiento. Nos volvemos en una persona rencorosa.
¿Es malo ser una persona rencorosa?
El rencor es un sentimiento que todos hemos experimentado alguna vez. Peros existen personas que son más resentidas, suelen ser inseguros, no pueden controlar sus emociones y suelen ofender fácilmente. Entonces sus sentimientos de rencor lo proyectan en su entorno, con su familia, pareja, amigos, etc.
Simplemente, nuestra autoestima disminuye y las emociones nos nublan la visión, evitando ver la realidad como es. Aunque algunos son inconscientes de este sentimiento, es importante aprender a conocernos para entendernos y poder superar esta etapa. Aprender herramientas que nos permitan combatirlo y poder vivir sin pensamientos negativos.
Conoce más en este artículo: El rencor: ¿Cuál es el perfil psicológico? ¿Cómo tratar a esas personas?
Consejos para dejar el rencor atrás
El perdón es una capacidad que no poseen todas las personas, algunas tienen que aprenderlas porque significa aceptar el sufrimiento y dejarlo ir. A continuación, te mencionaré algunos consejos:
- La libertad es muy importante: Lo primero que debemos realizar es aprender a vivir sin él. Esta emoción está relacionada con el dolor, resentimiento, angustia y otras emociones negativas que nos causan sufrimiento. Si deseamos la libertad, el primer paso es el perdón, aprenderlo a través de herramientas.
- Reconoce tus emociones: Esto significa aprender a reconocer y conectar nuestras emociones, como la ira, el enfado o la injusticia. Aceptarlo, escucharlos y sentirlos, aprender a responsabilizarnos por ellos, nosotros debemos ser responsables de nuestras emociones.
- Aceptar los sentimientos: Aceptar y reconocer estos sentimientos significa que nosotros tenemos el poder de ser libres. Si soy responsable de mis emociones, decido qué hacer con ellas. Aunque no podemos controlar todas nuestras emociones en su totalidad, si podemos cambiar las consecuencias que ocasionan. Sin embargo, si no lo acatamos y responsabilizamos, los sentimientos se incrementan. Deseamos ser libres y feliz, la responsabilidad es el primer paso.
- Debemos aceptar la realidad: La aceptación de la situación significa reconocer y perdonar. El perdonar es uno de los pasos finales para poder ser libres y sentirnos calmados y tranquilos.
Estrategias para evitar este sentimiento
A continuación, te brindamos las estrategias más importantes:
- Aprender a gestionar las emociones: Si mantenemos pensamientos sobre el daño que nos causa la otra persona y no vemos que su intención pudo ser otra, no podremos superarlo. Es importante ampliar nuestra visión y no tomarlo todo personal. Si la otra persona tiene esa conducta, la causa puede ser, que es incapaz de gestionar sus emociones, por ello debemos alejarnos.
- Aprender a dejar ir: Existen conflictos que no valen la pena afrontarlo, son innecesarios. Aunque resolver los problemas nos ayudan a avanzar, los sentimientos negativos del conflicto son desagradables. Por ello, debemos aprender a dejarlo ir y continuar con nuestro camino.
- Acepta tus errores: La culpa es un sentimiento que nos afecta y nos arrastra hasta lo más profundo. Sin embargo, la responsabilidad se trabaja y acepta. Tenemos que aceptar la culpa de nuestros errores en vez de evitarlo y culparlos a otros. Seremos responsables y este acto nos ayuda a mejorar poco a poco.
- Mantener una comunicación adecuada : Si conversamos con la persona a la que tenemos rencor, debemos hacerlo de manera calmada. Teniendo una comunicación asertiva o empleando otras estrategias.
- Regula tus pensamientos: Los pensamientos positivos y negativos siempre se encuentra dentro de nosotros, debemos aprender a sustituirlos por los positivos.
El primer paso para dejarlo atrás es aceptarlo nosotros mismos, que estamos equivocados y el daño que nos causa esa emoción. Aprender a utilizar técnicas para combatirlo y poder controlar nuestras emociones. El rencor nos puede ocasionar daño emocional que afecta nuestra vida diaria. Si consideras que es un problema que escapa de tus manos, busca ayuda profesional.
