Las relaciones de pareja deben basarse en amor y confianza, pero que pasa si existe la obsesión, causa daño, dolor o angustia, ¿qué hacemos?. Iniciar una relación toxica es como cualquier relación, al inicio los indicios son sutiles porque está muy feliz. Pero, después todo eso desaparece e intentas conversar con tu pareja, la relación vuelve como antes y el ciclo se repite constantemente.
¿Cómo actúa el cerebro ante una obsesión?
En una relación tóxica, el cerebro está más dispuesto a recibir más estímulos positivos que negativos, esta característica es la principal causa por la que no vemos con claridad cuando estamos en una relación tóxica.
El placer hace que se libere neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, cuando existe un estímulo. Si el estímulo es muy constantes el cerebro se comienza acostumbrar y segrega en menor cantidad los neurotransmisores. Entonces, las neuronas necesitan más dosis de la dopamina, que produce un enganche y la oxitocina (hormona del amor) que se inhibe, creando un desequilibrio entre las dos. Esto puede generar que se llegue a la dependencia con la pareja.
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¿Qué prácticas dañinas hay en una relación obsesiva?
Las prácticas más dañinas son las siguientes:
- Breadcrumbring: Es una práctica en donde la persona da migajas de su amor a su pareja, evita el compromiso y no desea algo formal.
- Love bombing: En un inicio de la relación, todo es miel sobre hojuelas, felicidad plena y de manera intensa. Luego, de un tiempo de manera gradual, la pareja se vuelve fría, evita las conversaciones, muestras de afecto, nos evita y es muy cruel con sus palabras. La persona se pregunta que cambio, que hizo mal, en qué se equivocó, trata de conversar con la pareja, pero esta lo niega.
- Hoovering: Luego de terminar la relación, la expareja se aparece en las fechas importantes, como los cumpleaños, aniversarios, navidad, entre otros. Se muestra como si nada hubiera sucedido, como si no deseara nada y con la intención de retomarlo. Aunque no intenta conversar, puede actuar como un víctima para que sientas empatía y así, eleve su ego.
- Benching: Siempre te tiene como la segunda opción, aunque no está contigo tampoco de deja, siempre estás en el fondo. Entonces solo estás con la otras personas, cuando le va mal en sus otras relaciones o cuando se siente solo.
¿Cómo detectar que estamos en una relación tóxica?
Lo podemos detectar con las reacciones de nuestro cuerpo o como nos sentimos. A continuación, te mencionamos algunas pautas para detectarlo:
- Sentimos que estamos perdiendo nuestra autonomía, que no somos capaces de tomar decisiones sin consultarlo con la pareja y pedirle permiso para hacer algo.
- Experimentamos manipulación por parte de la pareja, nos empieza a controlar a donde vamos, la hora que llegamos, con quien estamos o como nos vestimos.
- Sentimos inquietud e inseguridad en nosotras.
- Escondemos nuestras emociones porque creemos que nuestra pareja lo va a rechazar, no expresamos nuestra opinión y aceptamos todo.
- Baja autoestima.
- Nuestra pareja decide los gastos del dinero, incluso lo que es nuestro, empieza a mencionar que no sabemos administrarlo y que él lo hará mejor.
- Empezamos a alejarnos de nuestra familia y amigos sin una razón aparente. Siempre dice que son malas influencias, que no pasamos tiempo, que nos extraña y que debe saber dónde estamos.
- Critica todo sobre nosotros, desprecia nuestro trabajo y nuestro valor.
- Siempre considera que tiene la razón, nos corrige, aunque esté equivocado y solo guardamos silencio por temor o rechazo.
Una relación tiene que basarse en la confianza y respeto mutuo, para que haya armonía en donde las dos personas se sientan tranquilos. Si empieza a haber control o manipulación, miedo a la pareja, lo más probable es que nos encontremos en una relación dañina y dependamos emocionalmente de la pareja.
