Uno de los grandes problemas en los últimos años, ha sido la pandemia mundial que afecto gran parte de la población en la mayoría de los países. Esto ha generado consecuencias en la salud mental, ya que muchas personas tienes temores o miedos hacia las multitudes. Esto se conoce en psicología como agorafobia.
¿Qué es la agorafobia?
La agorafobia es una fobia, es decir, la persona experimenta sentimientos de miedo intenso o una gran ansiedad al encontrarse en lugares públicos, con grandes multitudes y ante una situación donde no puede escapar a un lugar seguro. Esto ocasiona que la persona que la persona evite estas situaciones o simplemente las soporta sola o acompañada. Para que una persona experimente la agorafobia se debe considerar dos o más de las situaciones en donde siente el miedo. A continuación, te mencionamos las situaciones más importantes:
- El uso del transporte público, como el tren, autos, autobuses, avión, etc.
- Encontrarse en espacios públicos, como los mercados, un puente, etc.
- Encontrarse en sitios cerrados, teatros, cines, supermercados, etc.
- Salir de casa.
- Estar sola o hacer fila en una multitud.
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¿Cuáles son las causas de la agorafobia?
Generalmente, se inicia en la adolescencia o en los inicios de la juventud y suele afecta a todos los ámbitos de la persona. Esto ocasiona que no pueda llevar una vida normal y que la persona sufra. A continuación, te mencionamos las causas más importantes de la agorafobia:
1.- Nuestras características afectan la personalidad: Algunas características de nuestra personalidad pueden volvernos más vulnerables a tener esta fobia o a incrementar sus síntomas, como tener una mayor sensibilidad ante la ansiedad, ser menos asertivos, miedo ante lo negativo o ser personas introvertidas.
2.- Las experiencias pasadas afectan el futuro: Las experiencias vividas durante la niñez pueden generar agorafobia en otras etapas de nuestra vida. Podemos mencionar la sobreprotección de los padres o la ausencia de amor, ambas situaciones dificultan el correcto desarrollo de la independencia de la persona y pueden desencadenar la agorafobia. También incluimos las experiencias de ansiedad, como la separación de los padres o el fallecimiento de una figura importante para el menor.
3.-Las situaciones estresantes afectan el estado mental: Ciertas situaciones que generan un estrés agudo podrían ser causantes de la agorafobia en un futuro o en la actualidad. Los más comunes suelen ser los problemas de parejas, enfermedades en personas cercanas, el consumo de drogas, estrés laboral o estudiantil.
Estas situaciones suelen ocasionar comportamientos fóbicos o cierta vulnerabilidad a ello. Esta vulnerabilidad es una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales. También se debe considerar la causa, un evento que ocurrió y luego fue superado, pero aún siguen persistiendo los síntomas.
¿Cómo se realiza su tratamiento?
La agorafobia en muchas ocasiones está asociada a los ataques de pánico, por ello es probable que también se mejore la agorafobia cuando se trate los ataques de pánico o al revés. En cualquiera de las situaciones los tratamientos son parecidos.
Los tratamientos pueden ser psicológicos, con fármacos o los dos, esto va a depender de lo que decida el paciente, la gravedad de los síntomas y las consecuencias que ocasiona. El profesional le mencionará los beneficios de ambos tratamientos y la mejor opción. Aunque en muchos casos la psicoterapia es la mejor opción. Los tratamientos más importantes son los siguientes:
- Tratamiento psicológico: La psicoterapia suele ser muy eficaz y mejorar los síntomas paulatinamente. En algunas ocasiones se puede acompañar con la medicación y agilizar el tratamiento. El abordaje se puede realizar de distintos enfoques para establecer los objetivos del tratamiento.
- Tratamiento farmacológico: Los medicamentos suelen ser los antidepresivos ISRS o la venlafaxina y duloxetina. Estos se pueden combinar durante el tratamiento y agregar otro medicamento. Su consumo debe ser con receta médica.
La agorafobia es una fobia que debe diagnosticarse y tratarse a tiempo, para evitar futuras complicaciones secundarias. En caso contrario, es probable que cause otros trastornos, como la depresión o el consumo de alcohol.
