El rencor es una emoción que todos alguna vez hemos experimentado. Pero, hemos perdonado y con el paso del tiempo se ha ido desvaneciendo. No obstante, las personas rencorosas no suelen olvidar sus malas experiencias. Sus emociones negativas van acumulándose y atacan cuando menos lo esperan para lastimar y sentirse mal ellos mismos.
¿Qué es el rencor?
El rencor es una emoción negativa que puede dañarnos si no sabemos manejarlo. Es un sentimiento de hostilidad hacia otra persona que nos causó daño o nos ofendió. Aunque esto depende de la persona y como lo tomemos. Por ejemplo, una opinión constructiva puede ser considerada como una ofensa por una persona que no sabe recibir críticas o tiene un ego muy alto. También, podemos considerar la baja autoestima, nos sentimos menos.
La emoción negativa puede ser leve o intensa, depende de cada persona. Si es intensa podría desequilibrarnos, tanto física como mentalmente. Nos vuelve presos de nuestras emociones y nuestro comportamiento cambia, solamente buscamos vengarnos de los que nos causaron daño.
Conoce más en este artículo: Consejos para dejar de ser una persona rencorosa.
¿Cuál es el perfil psicológico?
Las personas rencorosas esconden todas sus emociones de sufrimiento y dolor dentro de ellas. No la muestran y estos sentimientos se van convirtiendo en odio hasta querer obtener una venganza. Quieren pagarle con la misma moneda ala otra persona, desean que sufra. Las características más comunes que presentan son:
- Son personas incapaces de perdonar: Debemos practica el perdón, porque nos permite cerrar un ciclo y tener un equilibrio mental. Estas personas poseen un rencor profundo, alimentando este sentimiento a diario e incrementando el sufrimiento. El perdón nos permite tener calma, detener nuestros sentimientos de angustia o inquietud, también activas las áreas frontales del cerebro, los cuales están relacionadas con la resolución de conflictos.
- Tienen pensamiento dicotómico: Para las personas rencorosas son o blanco o negro, conmigo o sin mí, etc. Es decir, suelen clasificar sus experiencias en dos categorías opuestas. No suelen ser conscientes de sus pensamientos porque viven en un mundo polarizado en donde establecen límites con su entorno.
- Ser una persona orgullosa: El orgullo es una sobre estimación de nosotros mismos. Este sentimiento hace que la persona siempre esté a la defensiva poniendo una barrera en sus relaciones sociales y personales. Cuando sienten que están siendo ofendidos o simplemente no les agrada la otra opinión, se sienten sumamente dolidos. Es difícil llegar aún acuerdo con estas personas, porque consideran todo de forma personal.
- Son incapaces de aceptar sus propias emociones: Las personas rencorosas no reconocen que están actuando de forma dañina para ellos mismos y para su entorno. Por ello, no pueden seguir adelante. Sus sentimientos negativos suelen volverse parte de su vida.
¿Cómo tratar a esas personas?
Si conoces personas rencorosas probablemente necesites mucha paciencia, en ocasiones ellos no son conscientes de este sentimiento, lo niegan porque creen que perdonan, cuando es lo contrario. A continuación, te mencionamos algunos consejos para trata con personas rencorosas:
- Brindar oportunidades: Aunque es complicado darles una segunda oportunidad, considero que todos lo merecemos. Es importante que marques los límites y la otra persona esté dispuesta a cambiar por iniciativa propia.
- Es importante la interacción con los demás: En fundamental que la persona participe en actividades sociales, reuniones, fiestas, etc. Bríndale una oportunidad de compartir. Todo se puede aprender y mejorar con la práctica.
- Ser empáticos con los demás: La empatía es un sentimiento de comprender a la otra persona, sin justificarlo, observar su situación, vivencias, emociones, etc. Todos estos datos nos pueden ayudar a entender su actitud, comportamiento o posturas.
- Observa tus fortalezas: Todas las personas tenemos fortalezas, si solo observamos lo negativo no podremos encontrarlas. Es importante tener una mente amplia apreciando todos los aspectos de las personas.
- Debemos establecer límites: Es fundamental marcar los límites de su relación, aprender a negarse una petición si no estás de acuerdo. Debes ser capaz de no dejarte influenciar por esta persona, el tiempo que pasen junto que no sea prolongado, realiza otras actividades sin su compañía. La comunicación debe ser asertiva, con respeto y madurez.
El rencor no tiene límites, sexos o fronteras. Nos puede consumir lentamente y convertirnos en presas de conductas muy negativas. Por ello, es importante construir otros caminos para afrontarlo y poder encontrar paz y tranquilidad en nosotros mismos.