¿Por qué los bebés tienen cólicos?

¿Por qué los bebés tienen cólicos?

EL BEBÉ

Los cólicos que tiene un bebé suelen estar acompañados con un dolor intenso en el área abdominal, un llanto prolongado, incomodidad y agitación. Los cólicos se presentan entre los 4 a 5 meses, pero van desapareciendo eventualmente. Sus causas son múltiples y pueden estar relacionadas con diversas enfermedades.

Síntomas de los cólicos en bebés

Las características principales de los cólicos son las siguientes:

  • Los llantos del bebé son intensos y prolongados, parecen gritos debido al dolor que les causa.
  • Los llantos pueden durar desde minutos hasta horas y se calman cuando se reduce el dolor o tienen sueño.
  • Empiezan a llorar sin una razón en específica, es decir, no tienen hambre, sueño o es la hora de cambiar el pañal.
  • El bebé muestras síntomas de nerviosismo, aun cuando el llanto empezó a disminuir.
  • El momento en el que va a llorar se vuelve predecible, generalmente suele suceder por las noches.
  • Cuando empieza a llorar, el tono de su piel cambia y se vuelve más rojizo.
  • Los movimientos que realiza con su cuerpo al llorar, puede ser el arquear su espalda, tensionar sus piernas, formar puños con sus manos, tensionar el área abdominal y los brazos.
  • El vientre del bebé se hincha.

Conoce más en este artículo: ¿Tu bebé tiene cólicos? Conoce cómo aliviarlos

Síntomas de acuerdo al lugar afectado

Los síntomas también pueden enfocarse dependiendo del lugar afectado, como los siguientes:

  • Cólicos biliares: Se caracteriza por presentar un dolor grave en la zona derecha del abdomen, desde los omoplatos hasta las costillas del lado derecho.
  • Cólico nefrítico: Los síntomas de los cólicos del riñón, van desde la región lumbar hasta los genitales. 

Causas de los cólicos en los bebés

Aunque no existe una causa certera de los cólicos, pero suelen estar relacionados con múltiples factores, algunos de ellos son los siguientes:

  • Un amamantamiento inadecuado: No tener una adecuada técnica para dar de lactar al bebé, ocasiona el ingreso del aire de manera excesiva al momento de succionar, causando la distensión del estómago o intestino. Lo que podría provocar, un dolor estomacal o cólicos.
  • Padece de estreñimiento: Los bebés siente dolor al realizar sus deposiciones debido a que son duras o poco frecuentes.
  • Tiene dolor psicogénico: La acumulación de emociones o la ansiedad, debido a un ambiente ruidoso, también pueden causarle al bebé un dolor del estómago.
  • Ser alérgico o intolerante: Es importante observar los síntomas que tiene nuestro bebé, especialmente si introducimos un nuevo alimento a su comida, porque podría ser alérgico a ese producto. Los alimentos más comunes son la leche de vaca y el gluten.
  • La invaginación intestinal: En la invaginación, el intestino se introduce dentro de sí ocasionando dolor en el bebé, que está acompañado por llantos y sudor. Las heces pueden tener algo de sangre debido a una lesión, causada por la falta de sangre arterial en la zona.
  • Tener hernias: Es un bulto blando ubicado en la ingle, al tocarlo puede causarle dolor a tu bebé. Consulta con un doctor para ver si necesita alguna operación en la zona.
  • Realizar movimientos bruscos: Viajar en avión por primera vez o subir en un ascensor, puede causarle dolor estomacal al bebé y que puede estar acompañado de vómitos.
  • Un desarrollo inmaduro: Un desarrollo inmaduro de su sistema digestivo y el desequilibrio de la flora intestinal.
  • Una alimentación inadecuada: Una alimentación en exceso o en pocas cantidades. También debes tener en cuenta si posee algunas alergias o intolerancia hacia algunos alimentos.
  • Tener cólicos biliares: Un exceso de colesterol o el estrechamiento de las vías por donde transita la bilis, pueden ser las causas. También los golpes en algunos órganos internos, como el hígado, o realizar ayuno durante un periodo largo.
  • Padecer de cólicos nefríticos: Los coágulos de sangre o el pus generan la acumulación de sales en la orina, lo que conlleva a una posible infección en los riñones.

Es importante que observes los síntomas que presenta tu bebé, en las deposiciones, su temperatura, entre otros. Consulta con un pediatra para descartar alguna enfermedad o si sus síntomas son muy frecuentes e intensos.

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