¿Por qué a veces nos resistimos a crecer?

¿Por qué a veces nos resistimos a crecer?

PSICOLOGÍA

La adultez conlleva compromiso, valentía y responsabilidad. Llegar a esta etapa no es nada fácil, especialmente en la sociedad actual que es muy competitiva. Por ello, muchas veces nos resistimos a crecer para evitar afrontar la realidad. En este post te presentamos los aspectos esenciales para autoevaluarnos e identificar si afrontamos el síndrome de Peter Pan.

¿Qué es el síndrome de Peter Pan?

El Síndrome de Peter Pan fue aceptado por la psicología, gracias al libro del «El síndrome de Peter Pan: los hombres que nunca crecieron» del psicólogo Dan Kiley. Es definido como la inmadurez en aspectos emocionales y conductuales que tiene una persona adulta, la cual tiende a idealiza la juventud y negar la madurez.

Las personas tienen diferentes motivos para valorar una juventud eterna. En primer lugar, la sociedad nos presiona a estar siempre activos y perfectos; en segundo lugar, los traumas emocionales de nuestra infancia nos arrastran a situaciones pendientes en la niñez.  Esto nos hace pensar que la niñez es una etapa sin responsabilidades; por ello, preferimos quedarnos en esa zona de confort conocida.

Conoce más en este artículo: La inmadurez: ¿Puede corregirse? ¿Cómo tratarla?

¿Cómo saber si nos resistimos a crecer?

Nuestras experiencias infantiles y vínculos familiares influyen en nuestra madurez física y emocional, debido a eso la edad fisiológica y la edad social no siempre coinciden. Estas son algunas características de las personas que se resisten a crecer:

  • Tratan de compensar las necesidades que no fueron satisfechas en su niñez.
  • Sienten culpa, por las cosas que dice, oculta o siente. Le cuesta diferenciarse de sus padres y pareja.
  • Sus necesidades pueden convertirse en adicciones o de gratificación inmediata.
  • Necesitan constantemente estímulos, y pueden ser dependientes o muy independientes (aunque necesitan reconocimiento).
  • Esperan mucho de los demás, suelen dar mucho y esperar algo a cambio.

¿Por qué nos resistimos a crecer?

Algunas de las causas más importantes, por la que nos resistimos a crecer, son los siguientes:

  • Fuimos abandonados o nos sentimos solos: Si las figuras que nos brindan seguridad y apego se separan de nosotros a medida que crecemos, nos dejan un sentimiento de vacío, miedo, etc. Esto puede causar que cuando estemos ansiosos o con miedo, intentemos reconectarnos con lazos de dependencia.
  • Confrontar nuestra realidad: Llegar a la adultez significa enfrenar a la realidad nosotros solos.  Además, solemos tener miedo a ser diferente de los demás, porque nos pueden evitar o excluir de un grupo.
  • Crear un mundo de fantasía: La fantasía es un método de defensa cuando la realidad suele ser muy cruel y tenemos muchos problemas en diferentes ámbitos sociales o laborales. Los traumas de la infancia pueden conducir a la depresión o crear fantasía en la mente, para superar ese problema o evitarlo. Estos hábitos se pueden volver repetitivos haciéndonos adictos.
  • Afrontar más responsabilidades: Ser adultos significa afrontar responsabilidades más pesadas. Esto nos hace más conscientes, que nuestras necesidades no serán satisfechas.
  • Miedo a la muerte:  Crecer significa envejecer y estar más cerca de la muerte. Todas nuestras experiencias tienen un significado importante para nosotros y deseamos experimentarlo nuevamente. Por ello, se incrementa la ansiedad ante la muerte.

¿La culpa es un impedimento para madurar?

Una separación de los padres afecta muchos a los hijos. Ellos realizan muchas cosas para evitarlo, en caso de fracasar sienten culpa de la separación. Una responsabilidad ante un fracaso se transforma en culpa que puede obstaculizar su desarrollo.

Un niño que no supera esta situación puede sentir que es su responsabilidad lo que sucede a su alrededor. De adulto no va a poder manejar los sentimientos de culpa, teniendo dificultades para responsabilizarse de sus propios problemas.

¿Cómo superar el miedo a crecer?

Las prácticas que nos puede ayudar a superar este miedo, son los siguientes:

  • Adaptarnos a nuestro ciclo de vida: Ser conscientes de que cada etapa de vida que afrontemos tendrá aspectos positivos y negativos. Por ello, ninguna etapa es mejor que la otra, solamente son diferentes.
  • Acepta los cambios: Al crecer cambiamos tanto de manera física y emocional, los cambios son progresivos en nuestro cuerpo y nos ayudan a comprender mejor nuestra realidad. Por ello, es importante disfrutarlo y aprovecharlo.
  • Disfruta del presente: Si pensamos sobre lo que pasará después o en el futuro, no viviremos el presente. Ser conscientes de nuestra vida y no juzgarlo, nos ayudará a comprenderla. El mindfulness es una técnica que puedes aplicar.

Es importante que enfrentemos la culpa que sentimos en lugar de evitarla. Empezar a gestionarla nos ayudará a fortalecer nuestra relación emocional con los demás y con nosotros mismos. Tu desarrollo personal dependerá de tus decisiones y tus actitudes frente la vida.

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